La persona encargada de las visitas nos atendió perfectamente y fue muy amable. Por las restricciones del covid solo pudimos visitar la planta baja.
La Residencia se inauguró en 2018, así que las instalaciones están en muy buenas condiciones y la higiene impecable. La comida es casera. Las habitaciones doble tienen un tamaño correcto y con una decoración estándar. La ubicación es buena, está en un zona peatonal y a dos pasos de un gran centro comercial. Tiene un zona exterior muy amplia, rodeada de grandes inmuebles.. Tienen varios talleres así como acceso a una jardinera adaptada, para hacer un pequeño huerto, un taller sensorial... El ambiente es familiar y los residentes se ven a gusto.