Centro en un barrio rural a las afueras de zaragoza, es una casita con dos zonas ajardinadas al aire libre, tanto las instalaciones como la decoración son un poco antiguas, se ve un ambiente muy familiar y en el que destacan la antigüedad del personal que trabaja allí. La cocina es casera y hacen actividades de lunes a viernes. Las habitaciones son dobles con baño. La atención fue correcta. Es totalmente privada.