Las alternativas a las residencias de personas mayores
Nuestras sociedades occidentales conocen un envejecimiento de la población que irá incrementando considerablemente a lo largo de la próxima década. La sociedad se enfrenta al desafío de hacer todo lo posible para garantizar el «envejecimiento saludable», es decir, calidad de vida y autonomía.
En materia de alojamiento, cada vez se proponen más soluciones para cubrir las necesidades y la situación de la persona, ya sea de asistencia a domicilio o de un alojamiento para seniors.
Cuando la calidad de la salud de una persona mayor se reduce y se hace imprescindible la ayuda para las tareas cotidianas y los cuidados médicos, debe saber que también existen servicios que permiten evitar la residencia en ciertas circunstancias.
Estos servicios se pueden prestar en el domicilio de la persona y en los alojamientos para las personas mayores (seniors) cuando estos últimos lo prevean.
SAD: los Servicios de Ayuda a Domicilio o Servicios de Atención Domiciliaria designan a prestatarios públicos o privados que ofrecen servicios relacionados con actos esenciales de la vida para que las personas mayores recuperen o mantengan su autonomía.
Podemos encontrar generalmente tres ámbitos de actuación:
• Servicios de atención personal
Este servicio se basa en la higiene y el cuidado de la persona mayor, le ayuda a vestirse, a moverse, le prepara las comidas, le controla la medicación, y por último, le acompaña y le apoya.
• Servicios de atención al hogar
Se dedican a mantener el entorno de la persona mayor, como encargarse de la limpieza, las compras o poner la lavadora, pero también detectan situaciones de riesgo en el hogar que requieran adaptaciones en la vivienda.
• Servicios de integración en el entorno
A menudo, las personas mayores se aíslan en su domicilio por falta de ánimo, pero a veces también lo hacen por no demostrar el deterioro que padecen. Este servicio, además de acompañarles fuera del domicilio, ayuda a las personas mayores a facilitar las relaciones con la familia, los amigos y a mantener las facultades cognitivas mediante actividades.
En España, la oferta de servicios de ayuda a domicilio puede ser de iniciativa pública o privada.
La oferta pública
Cada persona mayor que necesite estos servicios deberá dirigirse a su ayuntamiento o directamente a los Servicios Sociales de su municipio. Los trabajadores sociales valorarán sus necesidades y le ayudarán con el trámite. En ciertas comunidades, el servicio de ayuda a domicilio se puede poner en marcha sin pasar por la ley de dependencia en el caso de que no haya un apoyo familiar (o sea insuficiente) y la persona mayor no pueda permitirse pagar a alguien.
La oferta privada
Cualquier persona con medios económicos puede contratar los servicios de una empresa. Sin embargo, para mayor garantía del servicio, le aconsejamos que contrate a una empresa autorizada e inscrita en el registro correspondiente de la Consejería de Servicios Sociales de su comunidad autónoma.
Además, es fundamental que en el contrato aparezcan todos los detalles del servicio, como el precio, quién paga la Seguridad Social de la persona encargada del cuidado, las horas totales de servicio, lo que este conlleva, el preaviso en caso de que ya no se necesite más, etc.